Presencias llegan, sombras ausentes,
Ni nube y montaña juntas ya están.
Soledad, Soledad, que vienes y vas,
Dejad ya los penitentes.
Labios de fuego azul que calientan la frialdad, ¿Me dejarás entrar?
Esperan los peregrinos gran redención mas no te dejas hallar.
Oscura damisela tu búsqueda terminará, Y los infortunios contigo llevarás.
Tu gloria quitarán, fémina de dolores, y olvidada serás.
Hay soledad, Soledad, que triste te vas,
Alegría tuviste y ya nada hay.
Tu belleza rota no sirve más.
Solo te queda ir a otro lugar.
Mucho daño hiciste, mas ahora solo te digo:
Suerte en tu viaje oh soledad.
EL TIEMPO SIN DARME LA RAZÓN
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Cada tanto me preguntó qué tan buena persona soy. Por años, detrás de una
estructura, me veían con reservas porque cualquier anomalía les parecía una
co...