La llamada marcó un buen inicio, no paré de soñar tu voz.
Sonidos que retumban lo más profundo de mis sentidos.
Con sólo un susurro despiertan deseos escondidos,
Deseos sepultados porque ese amor es prohibido.
Vívidos amoríos de ancestral época,
Aquellos quienes osaron tenerlo gozaron de la desventura en la hoguera…
Te veo, anhelo tus palabras,
Invisible eres, pero te percibo con mis sensores,
Misteriosamente funcionan por fuertes latidos,
Aquellos que pensé descordinaban más de lo común.
Apresada estás, imposible es tenerte:
Tesoro por el que descendería a lo recóndito del submundo,
Dádiva por la cual escalaría a lo altísimo.
No puedo capturarte, mas si deleitarte.
¡Que tu voz se una con la mía!
¡Que el sincretismo de lugar a una nueva sensación!
Ven, te invito a degustarla.
Miles de sabores producto de la locura del amor,
Bien sabemos que hasta insípida eres.
El momento llegará de tener esa fórmula.
Cuando el sol anochezca y la luna asolee, juntas las dos desde el cenit.
Ahí, ansiosamente, te esperaré.
Encajará todo para descubrir lo que estaba oculto a mí,
Dará espacio a lo nuestro…
Años pasarán. La vejez recortará mis días,
Mientras los siglos pasan deleitaré mis oídos con tu voz.
6 comentarios:
Que lindo cariño. Bueno, siempre bueno.
Todo eso hace el hábito del telefoneo.
Sigo sin tener la respuesta exacta fuera de la plurisignificación.
Deivi: Cállese, usted no tiene que entender nada.
Jubeis: gracias chula!
Deivi: Si, el hablar más de lo estimado. La respuesta la hallarás segun lo que pienses. No solo es plurisignificante sino que dentro de esa plurisignificancia hay muchas otras cosas.
Similar a una llamada que no atendí hace algún tiempo... ahora debo de llamar yo para decirle que quiero volver a acercarme.
Publicar un comentario
Aquel cuyas palabras calla, no es nadie. Di tu Güevonada: