A ti oh valiente caballero,
Que luchando la buena batalla ganaste esplendor,
Elevo a tus pies esta oda, fiel vencedor,
Brota ella de mi ser con mucho honor.
Arduas luchas reñiste,
Valerosas fueron tus obras,
Que aún las hordas empecinando tu muerte,
Conquistaste cada una de tus glorias.
Por pedregosas sendas calzó tu gozo,
Tu dichosa vida entregaste por amor,
El de pies dorados, te llaman mis ojos,
Pues tu camino recorriste,
No importó el dolor.
Saeta de fuego que corre de día,
Abrasado fuiste por llama incandescente,
Emergieron de tu árido cuerpo cenizas,
Renaciste, te cubriste de victoria.
Cae devota ante tus hazañas,
Incomparables éstas de contar,
Ayudadme oh memorias a levantar en pedestal,
Al inmortal guerrero que supo triunfar.
Perdurará por siempre,
Vivo y sempiterno tu recuerdo,
Proclamando en mis pensamientos,
Al campeador que en mi creo alguien nuevo.
EL TIEMPO SIN DARME LA RAZÓN
-
Cada tanto me preguntó qué tan buena persona soy. Por años, detrás de una
estructura, me veían con reservas porque cualquier anomalía les parecía una
co...
1 comentario:
Feliz de volver a leerlos...
Perdóname por haberme ausentado, perdoname por haberte dejado de leer... pero aquí estoy de nuevo leyendo porque de cierta manera me hacen compañía mis ciber amigos bloggeros.
Por ustedes vuelvo al ruedo...
Pd: me hacía falta leer la gûeb..onada ya
Publicar un comentario
Aquel cuyas palabras calla, no es nadie. Di tu Güevonada: